Una vez terminado el curso intensivo de 2° nivel de agosto, siento la necesidad de escribir unas palabras de agradecimiento.
Quiero dar gracias a Dios por haber puesto en mi camino la Catequesis del Buen Pastor. Ha sido esperada durante mucho tiempo, y al final ha llegado y la he recibido con mucha emoción y alegría, ya que es algo que llena mi vida, es "mi perla preciosa"... Cuando hice el primer nivel disfruté mi fe sintiéndome como una niña y ahora he podido vivir una maduración de esa actitud de niña con otras miras. Qué pena que esta catequesis no la pude tener cuando era niña, ni tampoco se la pude enseñar a mis hijos en su momento. Es muy bonito ver como crece la familia y nos vamos uniendo unos a otros para un mismo fin. Y, como no, agradecer a los compañeros de Valencia y los organizadores del curso por su amabilidad y su estupenda acogida. La verdad es que tuve muchas dudas de si asistir al curso o no. Cuando llegué tenía mucha incertidumbre con respecto al futuro de la Catequesis de los niños, pero el domingo, una vez de vuelta, ya tenía las ideas y las voluntades más claras. Con todo lo que hemos aprendido estos días tenemos que seguir trabajando, profundizando en ello y preparándonos para cuando llegue el momento de seguir con los niños, ya llegará, no hay que desesperar y tener paciencia, que con Dios todo se puede. Seguro que nos seguiremos viendo en la continuación de la formación. ¡Qué el Buen Pastor nos acompañe! |